El prototipo del Sea-DwellerSea-Dweller, por Rolex nunca se puso en el mercado, sino que se entregó a empresas de buceo o a buceadores individuales a finales del 67 y principios del 68 para que lo probaran. Posteriormente, se fabricó y puso a la venta en diferentes variantes.
El folleto publicitario de la época decía:
"La exploración submarina se ha desarrollado espectacularmente en los últimos años.
Para alcanzar profundidades cada vez mayores y poder trabajar permaneciendo en el agua, el hombre ha construido campanas, cajones, incluso cajas. En estas cajas, los especialistas viven en una atmósfera artificial, formada por determinadas mezclas de gases, normalmente con un alto porcentaje de helio. Las moléculas especialmente finas y ligeras de estas mezclas se infiltran lentamente en el reloj, sin alterar por tanto su funcionamiento. A la inversa, en el momento de la descompresión debida al ascenso, la mezcla de gases debe poder salir rápidamente para no provocar la explosión del reloj. Por esta razón, el Rolex ha instalado una "válvula de escape de gas" patentada en su modelo más reciente Ostracronómetro Sea-Dweller Garantizado resistente al agua hasta una profundidad de 610 metros".
La marca de cinco estrellas siempre ha invertido mucho en la resistencia al agua de los relojes, alcanzando su cenit con el Sea-Dweller.
Gracias a la cuidadosa investigación y a la continua innovación que caracterizan a la casa, un reloj Rolex es reconocido desde hace años no sólo como un objeto fiable, sino como una inversión real, que puede presumir de revalorizaciones bastante importantes a lo largo del tiempo.
Este Ostra en particular se sigue produciendo, con características técnicas adaptadas a las tecnologías actuales. El nuevo modelo Sea-Dwellercon letras rojas tiene tanta demanda que hay que estar dispuesto a pagar incluso más que el precio de lista para comprarlo.
Una confirmación más de la garantía que Rolexsigue representando.
Adjuntamos una foto del reloj y, como es nuestra costumbre, ilustramos con un gráfico la evolución del valor a lo largo de los distintos años, mostrando el coste que tenía el objeto originalmente y su equivalente actual, para resaltar lo mucho que se ha revalorizado con los años.
Un modelo estándar del reloj en cuestión, que costaba unas 267.000 liras en 1974, lo que corresponde al poder adquisitivo actual de 1654,62 euros, ha alcanzado ahora un valor de 20.000 euros, una cifra unas 12 veces superior a su coste inicial. La enorme revalorización del objeto, y por tanto la enorme inversión que representa, es evidente.
Nosotros, en Joyería Bonanno tenemos una gran colección de relojes Vintage.
