Georges Eberhard fundó la Manufacture d'horlogerie Eberhard & Co. en La Chaux-de-Fonds en 1887.
A partir de esta fecha el Casa suiza ha sido sinónimo de excelencia e innovación, que se expresan en relojes altamente técnicos que han marcado importantes etapas evolutivas: el cronógrafo de bolsillo en 1919, el primer cronógrafo de pulsera en 1935, hasta el doble cronómetro de 1939. Fue una nueva revolución: la Maison creó un cronógrafo de pulsera dotado de un innovador dispositivo de fracciones de segundo que permite la doble indicación de la hora, con un mecanismo Valjoux en su interior.
El calibre Eberhard 1600 (o 16000), producido en exclusiva para la empresa de Chaux-de-Fonds sobre la base del movimiento Valjoux 65, en la variedad de pulsador más corredera, tiene un diámetro de 36,0 mm, equivalente a 16"' líneas, cuerda manual y registro de 30 minutos. El reloj tiene 17 rubíes, un escape de áncora, un volante monometálico con tornillos, sin amortiguador (en los modelos más nuevos está presente), una espiral Breguet (o plana, en los más nuevos) de 18000 Alt/h con una resolución de 1/5 de segundo, y permite la medición del tiempo intermedio, con parada y reinicio sin reajuste.
La máxima atención al detalle buscada por Eberhard para este calibre puede verse en el trabajo de biselado ("anglage") de las palancas y los puentes, realizado con gran habilidad. Desde hace muchos años, el nombre Eberhard es sinónimo de gran fiabilidad, y sigue siendo utilizado por muchas personas que, con su pasión, transmiten la historia.
El divisor que ilustramos es de oro rosa y es extremadamente raro. Con su excepcional estado de conservación después de unos 80 años, ofrece al propietario la oportunidad de conservar algo único.
Nosotros, los de la Joyería Bonanno adjuntamos una foto del reloj y, como es nuestra costumbre, ilustramos con un gráfico la evolución del valor a lo largo de los distintos años, mostrando el coste que tenía originalmente el objeto y su valor actual, señalando también cuánto se ha revalorizado a lo largo de los años.
Un modelo estándar del reloj en cuestión, que costaba unas 15.000 liras en 1930, lo que corresponde al poder adquisitivo actual de 13.745 euros, ha alcanzado ahora un valor de unos 30.000 euros, aproximadamente el doble del precio de salida. Esto demuestra la gran revalorización y, por tanto, la gran inversión que ha hecho este reloj.
